De todas las tardes de finales de enero en las que la Virgen de la Aurora ha protagonizado su regreso a Villanueva de la Serena, ésta de 2019 ha sido sin duda la más espléndida y agradable en lo meteorológico.
Un sol sensacional y la ausencia de viento presidió la marcha de cientos de peregrinos desde la ermita hasta la localidad acompañando a la imagen de la Virgen.
Como es habitual desde la década pasada, en el interior de la Ermita, la Virgen fue despedida por el Coro de la Hermandad de la Aurora, y ya en la puerta por la Escuela Municipal de Danzas Folklóricas de Villanueva de la Serena y por el grupo Cogolla.
Acto seguido se dio inicio al recorrido a pie por el camino de Pontezuela hasta Villanueva. Muchos caballos con sus respectivos jinetes de la asociación ecuestre se sumaron a la marcha, así como algunas carrozas.
Después fue recibida a las puertas de la Iglesia de la Santa Cruz, para continuar seguidamente en procesión hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
