Pedro Casado García, artista polifacético y hostelero al frente durante muchos años de la conocida popularmente como ‘La Nave’ de Don Benito, falleció este martes 21 de agosto a los 76 años de edad. El funeral se oficia este miércoles 22 a las 17.30 horas en la iglesia de Santiago de Don Benito.

Casado fallecía tras combatir en los últimos meses una dura enfermedad. Pertenecía a esa generación entrañable de alumnos de la escuela de artes y oficios de Don Benito y su originalidad en la decoración queda en Don Benito especialmente en dos edificios, el bar antaño conocido como La Nave o El Palacio, en la calle Consuelo Torres, y su domicilio de la zona de La Pera.
Hasta su jubilación como hostelero compaginó el servir copas todas las noches en su local con su quehacer diario dando clases de talla en madera en la Universidad Popular de Don Benito. Llevaba en sus venas la sangre de artista y restauró numerosos muebles antiguos, además de esculpir abundantes figuras.
Mediada la década de los 70, Don Benito se movía a caballo entre los últimos guateques y las primeras discotecas y ahí apareció Pedro Casado para dar su toque personal a un local de copas en pleno centro. El establecimiento se llamó en un primer momento La Nave, pues estaba inspirado en una nave vikinga.
Posteriormente, el incremento de las medidas de seguridad en establecimientos públicos como consecuencia del incendio de la discoteca Alcalá 20 de Madrid también afectó a La Nave, que sufrió algunos cambios. Pedro instaló nuevas puertas de emergencia de estilo oriental y con ello acabó transformando el resto del local. De esa transformación nació El Palacio, su último nombre con su gestión, un homenaje al palacio de Doña Consuelo Torre, conocida benefactora de Don Benito, y que se alzaba antiguamente en este mismo solar.
El Palacio de Pedro Casado es una obra de arte. Pedro Casado había convertido su establecimiento en una gruta para vivir.
El bar presumía por su conjunto de estalactitas y una rica iconografía escultórica con claras inspiraciones en la mitología griega, desde el rapto de Diana hasta el nacimiento de Venus pasando por las figuras de Apolo, Neptuno y por supuesto, y no podía faltar en un negocio así, el dios Baco.
Una ornamentación que incluso ha sido inmortalizada por muchos novios como ambientación de sus fotos nupciales.