La procesión magna de Villanueva de la Serena pudo desfilar finalmente por las calles, aunque vio reducido considerablemente su recorrido por la lluvia.

Los cinco pasos que debían salir de la iglesia de la Asunción (Borriquita, Nazareno, Nuestra Señora del Calvario, Cristo de la Pobreza y Nuestra Señora de los Dolores) lo hicieron incluso antes de la hora inicialmente prevista. El propósito era recorrer un trayecto más corto, por calle Lares, Pasaderas y Ramón y Cajal. El cielo estaba encapotado, pero no llovía.

Poco después salían de la capilla del Santo Sepulcro los pasos del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad en dirección también a calle Lares, Pasaderas y Ramón y Cajal.

Al llegar a la plaza de España, el paso que encabezaba la Magna, el de la Borriquita, entró en la iglesia de la Asunción. A continuación, Jesús Nazareno se apartó para dirigirse a su capilla. Seguidamente hizo acto de aparición la lluvia, por lo que la Virgen del Calvario fue introducida deprisa en la Asunción. Lo mismo tuvo que hacerse con el Cristo de la Pobreza y Nuestra Señora de los Dolores.

El paso del Santo Entierro, muy deprisa también por las gotas que estaban cayendo en ese momento, se dirigió a la capilla del Santo Sepulcro. Cuando le tocaba el turno a la Soledad de regresar en la Asunción, cesó la lluvia y pudo efectuar una entrada más tranquila que el resto de pasos.