Desde este miércoles, los villanovenses pueden disfrutar ya del entorno de Cruz del Río tras su remodelación. Se materializa de esta forma el proyecto “Agua y Tierra”, proyecto ganador del concurso que convocó en su día el Ayuntamiento y que es obra del estudio de arquitectos Jesús Boraita Hermosell, Jesús Boraita Narváez, Eugenio Casillas Ruiz y Lourdes Murillo Álvarez.
Un proyecto que se inspira en el lema de la ciudad “Puerta soy de la Serena” y además ha pretendido reflejar algo tan unido al barrio como las Mayas, de ahí los colores de la gran pérgola, que son los de las bandas que las Mayas se ponen en el pelo y cruzan en su pecho, según explica Boraita.
Una obra, expresa el alcalde Miguel Ángel Gallardo, que ha supuesto mantener la esencia del barrio de Cruz del Río, los elementos comunes y que son símbolos compartidos por los vecinos; introduciendo cambios que permiten prácticamente duplicar el espacio disponible y que sea un espacio en el que se puedan desarrollar eventos, además de ser un lugar de encuentro, de ser el corazón del barrio.
Un proyecto que simboliza lo que el barrio es, “un barrio solidario y unido que a partir de ahora podrá seguir disfrutando de este espacio que siempre ha sido ese lugar común de encuentro, un espacio de convivencia”, destaca Gallardo.
Una obra, explica, que ha permitido duplicar el espacio, dándole prioridad al peatón y en el que “hemos querido que permanezca todo aquello que referencia al barrio de Cruz del Río. Con este proyecto hemos buscado, conservando su tradicional esencia, transformar este espacio para crear uno nuevo. Un espacio que nace para convertirse en un lugar para vivir y ser vivido y en el que los ciudadanos son los protagonistas”. De esta forma, se ha mantenido en su ubicación la cruz, símbolo del barrio, la arboleda y también en espacio del antiguo colegio, cuyo cerramiento se ha reutilizado en la fachada del mismo para crear un jardín vertical.
Pero, además, con este proyecto se introduce un elemento integrador, una gran pérgola, que se ilumina por la noche y que conecta dos espacios, el parque y toda la explanada del centro EPA. Se trata, de una actuación de cohesión entre estos dos espacios y la avenida de Hernán Cortés que las separa, algo que a priori no era fácil, reconoce el arquitecto de la obra; generando un nuevo espacio público unitario, compartido por peatones y vehículos. Un entorno en el que el quiosco también actúa como elemento integrador.
Una pérgola, subraya el alcalde, que “además de conectar espacios, va a permitir que se desarrollen actos como los tradicionales de las fiestas de barrio, y de otro tipo”, explica Gallardo.
Además, el alcalde ha anunciado que se va a intentar que, para las próximas fiestas de la Santa Cruz, se cuente ya con una escultura que se está haciendo y que tiene como temática dos niños que están bailando las tradicionales Mayas, y que se instalará en la nueva zona creada. También avanza que en las próximas semanas se instalará toda la zona infantil prevista en el parque.
La actuación permitirá que el entorno urbano de Cruz del Río se perciba como un todo unitario de convivencia y participación, diseñado fundamentalmente para las personas; aunque se mantiene el tráfico rodado limitando su riesgo. De hecho, la zona que conecta a los dos espacios es un gran paso de cebra. En este punto en concreto, se ha acometido una de las reestructuraciones especiales del tráfico, habilitando el tramo de Hernán Cortés como calle residencial en plataforma única, señalizada mediante señal S-28. Esta señal es muy importante conocerla, ya que implica que los peatones tienen prioridad de paso sobre los vehículos, limitando su velocidad máxima a 20 kilómetros por hora.
Como informa el Ayuntamiento,se crea así un espacio público inclusivo, sostenible, participativo y compartido; enfocado a lograr que el parque de Cruz del Río sea un espacio integrador de la función social del barrio y referencia para futuras actuaciones en la ciudad. La actuación ha permitido que los estacionamientos se reordenen, no se han suprimido plazas de estacionamiento, con la finalidad de poder disfrutar en su totalidad del nuevo entorno de Cruz del Río.
Tras la inauguración del entorno, este espacio se ha abierto al tráfico, que es el existente antes del inicio de la obra a principios del pasado año. De esta forma, la avenida de Hernán Cortés, a la altura del parque, vuelve a estar abierta al tráfico entre la glorieta de la avenida de Las Mayas con las calles Buenavista y Castillo de Medellín, volviendo el tráfico de vehículos a la circulación existente antes de iniciar dichas obras.
Ahora, la calle Castillo de Medellín queda en un solo sentido de circulación en dirección hacia la calle Pontezuela. Por su parte, la calle Oriente con calle Castillo Medellín, tendrá el sentido de la circulación hacia las calles Pontezuela y San Miguel. Con este cambio, queda prohibida la circulación de vehículos hacia la avenida de Hernán Cortés, que sí estaba permitida hasta que ha concluido la obra.
En cuanto a la calle Miraflores con Castillo de Medellín, el sentido de la circulación es hacia la avenida de Las Mayas y calle Pontezuela, ya no se permitirá desde esta calle el circular hacia la avenida de Hernán Cortés.
Recordar que este proyecto ha tenido una inversión que ha supuesto una inversión de algo más de 855.000 euros. Con fondos EDUSI, del Ayuntamiento para el concurso de ideas, y la ejecución de la obra ha sido con fondos ESUSI de Diputación de Badajoz.
