Los beneficios que el ocio tiene sobre el bienestar de las personas son evidentes y así lo han comprobado en Inclusives, asociación que atiende a personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo.
En esta entidad, han desarrollado un Programa Individual de Ocio del que se han beneficiado 40 personas con discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo de residencia. Un colectivo con muchas dificultades para acceder a un ocio normalizado que han visto cómo ha mejorado su autoestima, autodeterminación, su bienestar emocional y su salud.
En concreto, este programa se basa en proporcionar a estas personas un ocio inclusivo basado en sus propios gustos y preferencias, puesto que son ellos quieren eligen su propio ocio. Una iniciativa que ha sido posible gracias a la financiación de la Diputación de Badajoz y la Fundación La Caixa.
Para llevar a cabo este proyecto, Inclusives ha contratado a dos cuidadores que han dado apoyo al resto de profesionales de la entidad, muchos de ellos “traductores vitales” de los usuarios participantes. Estos “traductores vitales” han desarrollado un papel fundamental para que las personas con discapacidad intelectual puedan comunicarse, expresar sus gustos y preferencias.
Después de más de un año de desarrollo del programa, las personas participantes han mejorado su autodeterminación, autoestima, bienestar emocional, autonomía y su calidad de vida que ya tenía indicadores elevados. Resultados que se han obtenido tras pasar varias escalas antes del inicio del programa, y una vez transcurrido este periodo.
En concreto, han mejorado su capacidad de toma de decisiones y de elección; han aumentado su empoderamiento; han mejorado su salud física gracias a las actividades deportivas y físicas realizadas así como su movilidad.
En el aspecto cognitivo, han mejorado la memoria, atención percepción, discriminación y orientación. Y no sólo eso, sino que, además, el proyecto PIO ha impulsado su inclusión en la sociedad, favoreciendo sus relaciones personales y mejorando sus habilidades sociales. Sin olvidar un dato también a destacar, y es que con el desarrollo de estas actividades de ocio han permitido visibilizar las personas con grandes necesidades de apoyo, un colectivo aún desconocido por la sociedad.
DESARROLLO DEL PROGRAMA
Los profesionales que han desarrollado este programa están formados en el modelo de apoyo activo. Para ponerlo en marcha, han realizado cuestionarios individuales a todos los participantes adaptados a sus capacidades cognitivas y utilizando para ello los unos medios más adecuados: página web del lugar, fotografías, pictogramas …
Con esa información recopilada han elaborado un plan de actividades de ocio individual; algunas de estas se han visto suspendidas debido a la pandemia, lo que ha obligado a reestructurar ese plan y ofertar otras actividades dentro de las propias instalaciones del Centro Residencial, lo que además, les ha servido para hacer más llevadero y entretenido su confinamiento.
