La calle Ayala necesita redoblar las medidas para aumentar la seguridad de peatones y vehículos al transitar por esta importante vía de Don Benito.

Así lo reclaman usuarios que pisan diariamente esta calle para sus desplazamientos en automóvil y sobre todo a pie.
La limitación de velocidad de esta calle a 40 kilómetros por hora procedía tal vez hace años en una travesía como ésta, pero ahora se antoja elevada en una calle que se ha sumado netamente al entramado urbano, debido al abundante flujo de personas, sobre todo menores, dada la proximidad además de dos centros escolares, como son el colegio Francisco Valdés y el colegio Zurbarán.
Al factor reseñado se suma el de la ausencia de resaltos en toda la calle, excepto en el paso de cebra situado a la altura de la calle Espronceda, elementos que contribuirían a disuadir al conductor a pisar el acelerador.
No menos importante es el peligro en los pasos peatonales existentes a la altura de la calle Molino. A elementos como el deslumbramiento por el sol o el efecto sol y sombra que perjudican la visibilidad se suma el inadecuado aislamiento de las islas de espera de los peatones. Cuando aparcan vehículos de importante longitud en las proximidades de los pasos de cebra, no se percibe correctamente la irrupción de peatones en la calzada.
Mientras se establecen limitaciones de velocidad, se colocan resaltos o se aplican mejoras en los pasos de peatones, la mejor recomendación es adaptarnos todos a las características de una vía peligrosa, tanto desde el papel de conductores, como especialmente desde el papel de peatones.