La casa de apuestas de Don Benito en cuyo interior fueron detectados dos menores jugando se expone a una multa de hasta 601.012 euros al incurrir en una infracción catalogada como “muy grave” en el reglamento regulador de salones recreativos y de juego de la Comunidad Autónoma de Extremadura.

Los artículos 73 y 80 de dicho reglamento tipifican respectivamente la prohibición de acceso a menores a dichos establecimientos como infracción “muy grave” y las sanciones a las que se exponen esos negocios cometiendo dichas infracciones.
La inspección practicada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en un establecimiento de apuestas de Don Benito dio como resultado que se detectase en el interior a dos menores de edad. Por este hecho, la Policía ha levantado un acta administrativa que se ha remitido a la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Extremadura, órgano al que compete a partir de ahora el expediente en base a las competencias que tiene transferidas la administración regional por parte del Estado en materia de juegos y que se recoge y desarrolla en el correspondiente reglamento.
De acuerdo a dicha normativa, en todos los salones existirá una dependencia o espacio diferenciado destinado a control del establecimiento. En los salones de juego, dicha dependencia estará situada, a efectos de controlar el acceso a los mismos, en las zonas próximas a la puerta o puertas principales del establecimiento. En todos los salones permanecerá durante el horario de funcionamiento de la actividad al menos una persona encargada del control de la misma y de diversos aspectos como impedir el acceso de menores de edad a los salones de juego, pudiendo exigir la identificación de cuantos usuarios acudan al establecimiento.
La entrada de menores a las salas de apuestas es considerada como infracción muy grave según el artículo 73 del reglamento, ya sea por permitir o por no impedir.
Según el artículo 80, por infracciones muy graves los locales se exponen a multas de hasta 601.012 euros, suspensión de las autorizaciones concedidas por un plazo de hasta cinco años y prohibición de obtener otras nuevas en igual plazo o inhabilitación de la empresa, su director, gerentes y propietarios para llevar a cabo la organización, gestión o explotación de las actividades de juego reguladas en este Reglamento en el territorio de la Comunidad Autónoma de Extremadura, por un plazo de hasta cinco años.

Con el fenómeno de liberalización del juego han proliferado nuevos negocios de apuestas, sobre todo deportivas, con apertura de cuatro nuevos establecimientos en Villanueva de la Serena (algunos de ellos cerca de la zona de los tres institutos) y otros cuatro en Don Benito (los cuatro en un radio de unos 300 metros en torno a la glorieta de la foto que ilustra esta noticia), más un quinto de próxima apertura en las cercanías del instituto de educación secundaria Donoso Cortés.

Según las fuentes consultadas por Nuestra Comarca, estos negocios poseen las autorizaciones correspondientes para dicha actividad. A los mayores de edad les está permitido obviamente el acceso, aunque la normativa insta a los responsables de locales a establecer controles sobre personas que tengan problemas reconocidos de ludopatía.

La Policía Nacional y la Policía Local está intensificando en las últimas semanas los controles para evitar la entrada de menores en establecimientos de este tipo. Según informó el ayuntamiento de Villanueva de la Serena, un informe policial con fecha 27 de abril hablaba de normalidad en esa localidad, es decir, que no se había detectado la presencia de menores en el interior de los locales.

En Don Benito, y según desveló el alcalde, y han confirmado fuentes policiales, se detectaron dos menores en un establecimiento.

No obstante, y desde algunos estamentos, se advierte de que el peligro principal para los menores es el mal uso del teléfono móvil, desde donde se puede tener acceso a portales on line de casas de apuestas.

"Una nueva realidad social" (opinión)

La sociedad en general y, en este caso, nuestra comarca se enfrenta a una nueva realidad social con la que convivir: la del acceso fácil a distintas y nuevas variedades de juego, de apuestas, con sus correspondientes estrategias de reclamo, ya sea con los negocios que se están abriendo en nuestras ciudades, como a través de internet.

Frente a esa nueva realidad social corresponde a las distintas administraciones competentes aplicar por un lado los mecanismos de control correspondientes a las empresas y promover acciones y campañas que contrarresten la enorme avalancha publicitaria del juego y que incidan en la responsabilidad y en el peligro a colectivos vulnerables como el de los menores. Por supuesto, y no menos importante, corresponde a los padres estar al tanto de lo que hacen los propios menores.