A mediados del pasado siglo XX era muy habitual, en esta comarca y otras zonas de España, que las familias tuvieran en sus casas recipientes para guardar el aceite de oliva de la cosecha o comprado para el consumo doméstico del año. Quienes tenían tierras con olivares hacían su acopio para casa y el sobrante se vendía.
El aceite se medía en arrobas, que equivalían a 12,53 litros cada una. El contenido de las tinajas de hojalata que se fabricaban para ello dependía de las necesidades del interesado, de ahí que se elaboraran este tipo de envases con capacidades desde cinco hasta treinta arrobas. Las de mayor capacidad eran construidas y estañadas por los hojalateros en los lugares de las casas donde quedaban instaladas, porque de otro modo no cabrían por pasillos y puertas. Además, tenían un grifo o espita, normalmente de latón dorado, en la parte inferior para extraer el aceite.
Era muy habitual que las tinajas de hojalata tuvieran tapadera, incluso en el grifo, con un sistema para cerrarlas con candado, evitando de este modo posibles robos.
La fabricación de la tinaja de hojalata seleccionada como Pieza del Mes de noviembre de 2022 fue realizada por un hojalatero de Don Benito a principios de los años 60 del pasado siglo XX, por encargo de la donante, Generosa Blanco Morcillo, a quien el Ayuntamiento dombenitense expresa su agradecimiento.