La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (ADENEX) y la Plataforma por la Defensa de los Árboles de Don Benito han solicitado a la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura la declaración como árboles singulares al cedro llorón o del Himalaya (Cedrus deodara) y a la palmera washintonia (Washingtonia filifera) que viven en la Plaza de España de dombenitense.
Para dicha solicitud, estos colectivos dicen ampararse en la legislación vigente de carácter medioambiental y de conservación de la naturaleza. Además solicitan que ante el proyecto de reforma anunciado por el Ayuntamiento de Don Benito para el citado entorno urbano, y en el cual se contempla la eliminación de casi todos los 40 ejemplares que actualmente viven allí, se lleve a cabo, a la mayor brevedad posible, un estudio sobre las características socio-ecológicas de todo el arbolado presente en ese entorno público a fin de mantener y proteger este patrimonio natural, “antes de que el daño sea irreparable”.
Actualmente, además de los ya mencionados cedro llorón y palmera washingtonia, conviven en la plaza 38 árboles de 7 especies. (magnolio, pica pica, almez, palmito elevado, evónimo y platanero). Todos se encuentran en un óptimo estado de conservación, gran porte (dependiendo de las características propias de la especie) y belleza estética, según argumentan.
Tanto la plataforma como Adenex consideran que las copas de estos árboles crean sombra, siendo esta última una función de especial utilidad y beneficio para esta plaza extremeña donde el calor es muy intenso en los meses primaverales y estivales. Este arbolado urbano, sobre todo el del espacio central, cubre, por períodos diarios, hasta un 75 % de la superficie potencialmente soleada de la plaza, generando una amplia zona de cobertura de sombra, cuyo potencial reductor térmico en verano se estima en un 40 % sobre la temperatura ambiente. Como valor social se aporta que la sombra en este espacio público favorece la socialización y el desarrollo de actividades biosaludables.
Por contra, consideran que “un espacio vacío, diáfano, tórrido, desnudo de árboles, provoca la evitación de dichas actividades”.
Además argumentan que los árboles de la plaza favorecen la biodiversidad, convirtiéndose en el dormidero de tal cantidad de gorriones comunes (Passer domesticus) que pueden llegar a contarse por miles. “Esto es importante, pues la población de estas aves protegidas está en franco retroceso”
Por último, mencionan que se estima para todo del conjunto arbolado, la absorción de unas 25 toneladas de CO21 desde que se plantaron. “Es evidente que si desaparecen dejarían de cumplir esta pasiva pero importante función”.
En referencia concreta al cedro llorón se aporta que su edad estimada es de unos 50 años, siendo replantado y acompañando a los dombenitenses desde los años 80 del siglo pasado. “Como valor cultural aporta que cuando llega la Navidad el cedro reina adornado y luminoso, emocionando a niños y adultos. Poniendo también de manifiesto el valor social que tiene en otras épocas del año por ser su sombra un lugar de encuentro cotidiano de los dombenitenses”. Como valor estético, sostienen que este cedro tiene igual porte, altura y belleza estética que otros cedros declarados árboles singulares como el “Cedro de El Palancar”, de Pedroso de Acim (Cáceres) o el “Cedro de los Ogesto”, en San Martínn de Trevejo (Cáceres).
En referencia a la palmera washingtonia, en la petición se menciona que en la ciudad viven casi un millar de ellas de distintas especies, que en el escudo de Don Benito hay representada una, pero solo un ejemplar vive en la plaza de España. “Este árbol, posiblemente uno de los más viejos de la ciudad, es el más viejo de la plaza pues su edad ronda los 80 años. También posee dos cualidades estéticas. Una propia, dado su porte y majestuosidad, y otra adherida, pues acompaña a la torre de la iglesia de Santiago en su dirección a lo alto del cielo”.
Apoyan el argumentario que dan para la declaración como árboles singulares, y la protección del resto de árboles de la plaza, el texto que en su día escribió el ex-consejero de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura y actual alcalde de la localidad, José Luis Quintana en la presentación del libro de los autores Óscar Marơn Pascua y María Isabel Sánchez Castelló, titulado Caminos por los parques y jardines de Don Benito, y editado en el año 2004 por la Junta de Extremadura: “Necesitamos más que nunca nuestros árboles. Necesitamos más que nunca su sombra y sus pulmones. La vida de nuestros árboles es el mejor salvoconducto para la vida equilibrada de nuestro planeta”.