El proyecto de remodelación de la plaza de España de Don Benito cuenta con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio de Badajoz. Así lo han dado a conocer el alcalde dombenitense, José Luis Quintana, y el director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, Francisco Pérez Urbán.
Esta aprobación se enmarca en el proceso de tramitación que ha de seguir esta obra, debido a la catalogación protegida que tiene la iglesia de Santiago y su entorno. El templo religioso es Bien de Interés Cultural desde 1995 por la Junta de Extremadura.
El proyecto de la obra ya fue aprobado por el Pleno del Ayuntamiento, así como los fondos para la ejecución de la obra, algo más de 4 millones de euros. Adelantando todo esto, posteriormente se procedió a solicitar la autorización a la Comisión Provincial de Patrimonio de Badajoz, órgano colegiado dependiente de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, que tenía que dar el visto bueno en materia cultural y de protección del patrimonio.
Esta semana se ha reunido dicha comisión, que ha dado luz verde a la ejecución de la obra de la Plaza de España de Don Benito, dando así seguridad jurídica a la actuación. Cuando llegue el documento oficial, el Ayuntamiento iniciará de manera urgente la licitación de la obra. Esta obra llevará aparejada las oportunas medidas de seguridad para conservar los bienes patrimoniales existentes, así como proteger aquellos restos que pudieran aparecer y proceder a su catalogación, según informa el consistorio.
Pérez Urban indica que con esta obra se pone de manifiesto la necesaria cooperación entre las instituciones para llegar a alcanzar proyectos emblemáticos como es el de la Plaza de España.
En la orientación del patrimonio se pretende que el entorno no sufra menoscabo, ni en su integridad, visibilidad, ni en su integración urbana. Además, el director general entiende que todo lo que tiene que ver con el entorno de las iglesias ha sido objeto a lo largo de la historia, de ciertos movimientos que tienen que ver con enterramientos o con edificaciones auxiliares. Muchas veces, las iglesias se construyen amortizando otros elementos o templos de otros cultos. Por lo tanto, la cautela arqueológica, siempre que se acerca a un bien de estas características, es imprescindible. “Esta cautela permite mantener el ritmo de trabajo y de agilidad; no es lo mismo estar preparados para lo que pueda venir, con criterio, que empezar a abrir una zanja o hacer un movimiento de tierra y encontrar de repente algo para lo que no se estaba preparado”, añade Pérez Urban.