El Deportivo Don Benito mereció más en un intenso derbi ante un Mérida sustentado solo en Artiles y unas polémicas decisiones arbitrales. Tremendo partido en el Vicente Sanz (2-2 final), que tuvo de casi todo: goles, expulsados y polémica.
El partido comenzó con un recuerdo al aficionado dombenitense fallecido el pasado viernes en accidente de tráfico en forma de ramo de flores llevado por chavales de la cantera. Además se guardó un minuto de silencio.
El Don Benito comenzó presentando sus credenciales anotando el primer gol en el minuto 16 con un zapatazo de Abraham Pozo con dedicatoria especial al aficionado dombenitense fallecido el pasado viernes en accidente de tráfico. Resultado justo al descanso.
El encuentro comenzó a caldearse en el intermedio, cuando el árbitro expulsó al entrenador del Don Benito, Juan Carlos Gómez. Nada más comenzar el segundo tiempo, el colegiado expulsó por roja directa al central rojiblanco Lolo Pavón, por un posible codazo en el área del Mérida en un ataque calabazón. Decisión muy protestada por la afición dombenitense.
El Don Benito tenía que afrontar el resto del partido con uno menos, pero controló las acometidas del Mérida. El conjunto emeritense encerró al Don Benito, pero de manera muy espesa y solo con Artiles mostrando clarividencia en el ataque, al que se le pudo ver en algunos momentos pidiendo más movilidad a sus compañeros. Por el contrario, el Don Benito enseñaba los dientes en peligrosas contras.
Cuando parecía que el Mérida no podía con un Don Benito en inferioridad, vino una jugada desgraciada para los locales. Alex Herrera introduce el balón en su portería al intentar despejar. Era el 1-1 cuando corría el minuto 59. Mayor suerte no podía tener el Mérida hasta ese momento.
El Mérida, lejos de ir a por el partido con uno más, pareció desconectarse y en algunos momentos, entre los minutos 62 hasta el 80 hasta llegó sorprendentemente a achicar balones de un valiente Don Benito, que dispuso de varias oportunidades para marcar por medio de Essomba, Manu Miquel y Trinidad.
Parecía que el partido iba a acabar en tablas por 1-1, porque el Don Benito parecía dar por bueno el empate en inferioridad, pero es que el Mérida no acababa de creerse que era el equipo obligado a dar un golpe sobre la mesa. Así las cosas, aún quedaban sorpresas en los diez minutos finales. Corría el 83, cuando el árbitro pita un riguroso penalti en una jugada muy rápida en la que la repetición muestra un choque entre dos jugadores del Mérida, yendo uno de ellos al choque con la plancha levantada. Tremendo escándalo en el Vicente Sanz, con gritos de ‘fuera fuera’ y ‘manos arriba, esto es un atraco’ contra el colegiado. Pena máxima que se traducía en el 1-2 para el Mérida, cuyos jugadores lo celebraban en una piña con su entrenador, Juan García.
Los últimos minutos fueron de infarto, con un graderío calabazón indignado con el árbitro, que también expulsaba al segundo técnico local. Una hinchada que a la vez empujaba a los suyos a por el empate. Ver para creer, porque el Don Benito, con uno menos, intensificó su coraje y se lanzó a la desesperada a por la igualada. Pudo llegar antes del 90 en un disparo de Trinidad al palo, pero era Rally Cabral en el descuento quien marcaba el 2-2 ante el éxtasis calabazón en el Vicente Sanz en un ataque pésimamente defendido por el Mérida.
Sonora bronca para el colegiado al concluir el partido y ovación del Vicente Sanz a los suyos por el punto logrado, pese a las adversidades ya comentadas.
