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Hallazgo arqueológico de un antiguo puente en Medellín

Medellín no deja de depararnos gratas sorpresas de su pasado. Siempre se ha sabido que al lado del puente viejo existían algunos restos de algún puente antiguo, pero apenas se divisaba nada. La acumulación de sedimentos por el efecto del Guadiana a lo largo de los siglos ha ocultado ese pasado bajo tierra.

 

En las últimas semanas, y gracias a la colaboración entre varias administraciones, están saliendo a la luz lo que fueron enormes pilastras de un puente cuyos detalles concretos se darán a conocer muy pronto por los expertos responsables de los trabajos. Al lado del viejo viaducto del siglo XVII existieron al menos dos puentes más, destruidos por riadas; uno de época romana y otro del siglo XVI. Ahora se está tratando de determinar en qué proporciones hay que atribuir a cada época lo que se está hallando.

puente antiguo medellin restosLos restos de esas enormes pilastras se sitúan a apenas unos metros del puente viejo, aguas abajo, en la margen derecha del Guadiana. Cada una bien puede medir al menos unos treinta metros cuadrados. El aspecto de algunas de ellas es magnífico, con sillares imponentes y todo estaba sepultado bajo varios metros de tierra. Aprovechando las tardes de sol de Navidad, muchos son los curiosos que se acercan a contemplar esta nueva maravilla de la arqueología metelinense.

Diversos estudios de mediados del siglo pasado consideraron que los restos apenas visibles entonces eran romanos. De tratarse de época romana, el puente constaba de 28 arcos de medio punto, tajamares apuntados y toda la obra forrada con piedra de sillería. El de la antigua Metellinum fue el cuarto de los grandes puentes de la Lusitania, salvando el entonces río Anas, a unos 50 kilómetros aguas arriba del puente de Emérita Agusta.

puente antiguo medellin restosNo obstante, otro estudio de Fernández Casado en 1980 se extrañaba de que los restos entonces muy poco observables perteneciesen a un puente romano, debido a su técnica constructiva, pues los sillares que se veían no presentaban almohadillado y la argamasa del interior de los pilares salía al exterior y formaba cuerpo con los propios sillares, aunque opinaba que pudo deberse al mortero utilizado, más líquido de lo habitual.

hooki reyesSe sabe que entre el puente romano y el actual se llegó a construir un puente renacentista, prácticamente de nueva fábrica. Los restos visibles actuales, al menos en parte, bien pudieran pertenecer a ese puente renacentista, según los estudios del siglo pasado. En su construcción figuró, durante varios años, como «maestro mayor» el trujillano Sancho Cabrera, famoso porque intervino en la construcción de grandes templos extremeños y en obras públicas de Trujillo, además de puentes como el de Tozo, Ruecas y Gargáligas.

Las partes caídas que se aprecian en el margen derecho del Guadiana, debajo del actual puente, parecen encajar con los sistemas contructivos del siglo XVI, decían. El puente, a juzgar por los restos, constaba de 28 ojos y resultó ser una obra efímera, a pesar de que casi todas las energías de la villa y su condado se volcaron durante el siglo XVI en la construcción del puente. Las primeras gestiones para construirlo comenzaron en 1525, se finalizó la obra en 1575 y la noche del 20 de diciembre de 1603 se produjo una crecida del Guadiana que lo tiró.

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