El Dr. Martín Osvaldo Alonso, Ginecólogo del Hospital Vegas Altas de Don Benito, trata este tipo de tumores benignos muy comunes en las mujeres sin necesidad de cirugía, gracias a la radiofrecuencia.

Una técnica mínimamente invasiva que preserva la fertilidad y que se realiza de manera ambulatoria, sin ingreso hospitalario y con la que en unas pocas horas las mujeres que sufren miomas uterinos pueden solucionar su problema.

A través de una aguja que emite calor en su punta, se quema el mioma desde su interior, al que se accede mediante un ecógrafo sin necesidad de cicatriz.

¿Qué síntomas tiene la aparición de un mioma?

En un principio, normalmente los miomas tienden a pasar desapercibidos, puesto que no producen ninguna señal de alarma. Por ello, aunque más de la mitad de las mujeres los sufren, muchas de ellas no se dan cuenta de su aparición. Alguno de los síntomas que pueden aparecer y debería consultar con su médico:

· Presión en vejiga y pelvis.

· Estreñimiento.

· Reglas largas y abundantes.

· Dolor lumbar y abdominal.

· Relaciones íntimas molestas.

· Problemas de fertilidad.

Miomas y fertilidad

Los miomas uterinos son tumores benignos que se presentan dentro del útero, por tanto, una mujer con deseos de gestación puede tener problemas si:

· Está en el cuello uterino, puede impedir a los espermatozoides cruzar el útero.

· Si se encuentra obstruyendo las trompas de Falopio, también impide el paso de espermatozoides al óvulo y del óvulo fecundado al útero.

· Si está disminuyendo el flujo de sangre hacia el útero.

· está deformando la cavidad uterina y por tanto disminuyendo las posibilidades de implantación y desarrollo del embrión.

Además, previo al embarazo, se recomienda erradicar el mioma, ya que podría seguir evolucionando durante la gestación gracias a la cantidad extra de hormonas que la mujer genera. Si esto ocurre, puede provocar molestias, sangrado y dolor fuerte, aumentando riesgos: cesárea, parto prematuro y aborto.

¿Qué es la radiofrecuencia?

La radiofrecuencia es un tratamiento mínimamente invasivo, alternativo a la cirugía que consiste en, quemar las células tumorales, con ayuda de una aguja que genera calor en su punta.
Es un tratamiento muy seguro que se utiliza como alternativa a la cirugía, mejorando la calidad de vida de los pacientes. Este tratamiento también es ideal para tratar los tumores que por su tamaño no son operables, para tratar a pacientes donde la cirugía está contraindicada, o en el caso de los miomas, pacientes con deseos genésicos.

Cada caso debe ser valorado de manera particular por un ginecólogo.