El centro social Joaquina Ruiz brilla tras la rehabilitación de la antigua capilla

centro joaquina ruiz

Recuperar espacios, rehabilitarlos y ponerlos a disposición de los ciudadanos es uno de los objetivos que el gobierno municipal de Villanueva de la Serena se marcó hace años y que ha permitido disponer de distintos enclaves que han incrementado el patrimonio de la ciudad; al tiempo que ha permitido su uso social y cultural.
Éste es el caso del nuevo centro social Joaquina Ruiz. Maestra, la que fuera la antigua capilla de Santa Isabel, y que se ha inaugurado recientemente. En su intervención, el alcalde, Miguel Ángel Gallardo, subrayó que “hoy sentimos algo especial, porque recuperamos un edificio que ha estado a punto de perderse por completo. Siempre se ha hablado de que era necesario conservarlo, no era sencillo porque había que aunar muchas voluntades”.
“No ha sido fácil, pero hoy estamos aquí, en su inauguración. Un edificio que estaba a punto del colapso. Un edificio que representa el amor de unos padres a su hija fallecida prematuramente”, ha destacado.
Es, añade, un edificio pequeño, recogido, pero con un importante valor, por su rejería, su arquitectura y por lo que simboliza.
Se une a un barrio que necesitaba mejores y mayores infraestructuras. Es una rehabilitación de su entorno. “Nuestro compromiso es claro, y además con la puesta en valor de distintos espacios, se recuerda a personas sencillas; pero que eran extraordinarias”.

Doña Joaquina Ruiz, “como todos la conocíamos, fue una adelantada a su época. Fue miembro de la comisión lectora, una persona con gran vocación de enseñar, y de sobre todo hacer a buenas personas”.
Era necesario dotar a la ciudad de edificios con nombres de personas que han aportado a nuestra sociedad. Ella hoy estaría feliz, subraya el alcalde, “no porque este edificio lleve su nombre, sino porque este centro sirve para acoger la presentación de las obras ganadoras de la 41 edición del Premio Felipe Trigo”.

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Con respecto al Premio, el alcalde subraya la importante labor que está haciendo la Fundación José Manuel Lara, “está totalmente comprometida con el Premio, siempre a nuestro lado, y dándonos consejos para que siga creciendo”. Entre estos consejos, añade, “está el que los libros se presentan en mayo, en tiempo para estar en las diferentes ferias del libro. Nosotros ponemos lo mejor, la comisión lectora, independiente, y la Fundación, hacer que el premio llegue más lejos”.
El alcalde recuerda también que este año hay un cambio importante en Felipe Trigo. Desaparece la modalidad de narración corta, y habrá la modalidad de novela y novela finalista. Un cambio, una evolución, añade, “que supone hacer que el Premio crezca, y siga siendo conocido y reconocido. Deseo que sigamos dando pasos y evolucionando para seguir creciendo. Esto es lo que haremos con la unión, y nuestro Premio se hará mayor aún”.
Por su parte, Jesús Jiménez Ruiz, sobrino de Doña Joaquina y que habló en nombre de su familia, ha querido agradecer a la Corporación “este reconocimiento a nuestra tía Nina. A ella le hubiera hecho una ilusión enorme”. Una persona, subraya, adelantada a su tiempo. En los años 40, relata, “hizo magisterio y ejerció en varios lugares. En aquella época, sufrió trato machista, le era difícil conseguir el respeto. No desistió y siguió adelante, opositó para ser directora, y lo fue del colegio Conquistadores”. Una persona, añade, “altruista y que participaba en todas las asociaciones y siempre estaba dispuesta para ayudar”.
Un reconocimiento, concluye, a una gran mujer, y por el que la familia está muy agradecida.
Tras la inauguración del nuevo espacio cultural, se presentaron las obras ganadoras de la última edición del Premio Felipe Trigo; la novela “Malasanta” de Antonio Tocornal, y la narración corta “El efecto Foehn”, de Susana García.
Tocornal afirma sentirse abrumado con el resultado. Su novela subraya que no tiene filtros ni censura, y que ha modificado algunos aspectos antes de la edición definitiva. Una novela compuesta por varios capítulos que dan voz a varios colectivos que carecen de ella. Actualmente está trabajando en varios proyectos que espera materializar pronto. Para él, haber ganado este premio significa darle un fuerte impulso a algo que le apasiona.

Por su parte, Susana García subraya que es la primera vez que escribía una narración corta, “no sabía cómo podía darle salida y no pensaba que podía ganar. Tenía tan poca fe, que no pensé nunca que iba a ganar”.
El efecto Foehn, explica, surgió a raíz de una película que refleja cómo las ciudades generan tensión en las personas. Ha tratado, indica, de enganchar al lector desde el principio. La obra es sobre una estudiante española que desaparece, vive en Londres y su madre viaja hasta allí para estar junto a ella, cuando aparezca.

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