La Virgen de las Cruces ya está en Don Benito, donde permanecerá hasta el 12 de octubre. La pandemia ha condicionado el recibimiento a la Patrona, de manera que el traslado desde su ermita ha sido en un vehículo para evitar las aglomeraciones de un desplazamiento andando.
El vehículo con la imagen estacionó en torno a las 7 de la tarde en la calle Villanueva. La Virgen, que lucía el nuevo traje entregado este sábado a cargo del Grupo Parroquial Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de la Esperanza tras la donación de los devotos, fue conducida bajo las instrucciones de Pepe Ramos, como capataz, hasta el interior de la iglesia de Santiago, aunque previamente dio una vuelta a la plaza de España en medio de vivas y aclamaciones.
La Patrona fue conducida hasta las inmediaciones del altar y detrás marchaban el obispo de Plasencia, José Luis Retana, el párroco Fermín Solano, y diversos sacerdotes de la localidad, además del hermano mayor de la hermandad de las Cruces, Francisco Muñoz.
Una vez en el interior del templo, Adolfo Sánchez, como conductor del acto de recibimiento, dio paso al alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, que dio la bienvenida a la Patrona y depositó el bastón de mando ante la imagen, acompañado de la primer teniente de alcalde, Ana Bahamonde, que hizo lo propio con un ramo de flores.
José Muñoz, presidente de la asociación de vecinos de San Gregorio, fue el encargado este año de pronunciar las palabras de recibimiento a la Virgen de las Cruces, antes de que miembros del grupo Caramancho ofreciesen un nuevo ramo de flores a María.
Tras el acto de recibimiento se ofició una misa presidida por José Luis Retana, obispo de Plasencia.
