La reforma de la Nacional 430 no ha subsanado algunos de los puntos problemáticos que presenta esta carretera en la provincia de Badajoz.
Mientras la conexión entre Extremadura y Levante sigue esperando el ansiado desdoblamiento en el tramo entre Ciudad Real y Torrefresneda, el Gobierno ha llevado a cabo una remodelación consistente en la mejora del firme en parte de esta Nacional.
Dicha remodelación no ha podido rematarse en los cinco últimos kilómetros, entre Santa Amalia y Torrefresneda, presentando abundantes baches, como ya informábamos días atrás. En el tramo manchego de esta carretera se está llevando a cabo también una mejora, pero entre el puente del embalse de García de Sola y el límite con la provincia de Ciudad Real el firme se ha deteriorado notablemente.
Dicho esto, los vecinos de las poblaciones atravesadas por la Nacional 430 y los conductores habituales de esta carretera esperaban que como resultado de las obras de reforma se hubieran subsanado algunos puntos problemáticos, y no ha sido así.
Uno de los ejemplos lo tenemos en el cruce de la 430 con la carretera de Rena, por la falta de carril de incorporación o aceleración a la vía principal.
La falta de carril de aceleración se repite en más cruces de esta Nacional 430. Por otra parte, sigue habiendo curvas con dudosa visibilidad en las que no está prohibido adelantar; tienen línea discontinua en lugar de continua. Eso sigue ocurriendo, por ejemplo en la curva que hay justo antes de llegar a la A-5, cerca de Torrefresneda.