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SATSE denuncia el cierre de unas 370 camas en verano en Extremadura

hospital Don Benito-Villanueva

El Sindicato de Enfermería SATSE denuncia el cierre de unas 370 camas en verano en la comunidad autónoma de Extremadura.

 

Este sindicato critica que las “recortes de verano” en todos los servicios autonómicos de salud supondrán menos camas, menos servicios y menos enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas para atender a pacientes y ciudadanos.
En concreto, en Andalucía el cierre de camas se estima en más de 1.800; en Extremadura, unas 370; en Asturias, más de 360; en Baleares, más de 120; en Euskadi, más de 730; en Castilla-La Mancha, unas 500, en Murcia son más de 350 camas cerradas, en Madrid, más de 1.400, y en Castilla y León, más de 450 camas.
Por su parte, en la Rioja, son cerca de 50 las camas cerradas; en Navarra, más de 170; en Cantabria, más de 30; en Galicia, unas 900; en Aragón, alrededor de 500; en Cataluña, unas 1.900 y en la Comunidad Valenciana, las camas cerradas son en torno a 3.000.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que “el afán cortoplacista por ahorrar dinero ha vuelto a llevar a los distintos servicios de salud autonómicos a cerrar, al menos, 12.700 camas durante este verano, lo que afectará negativamente a la seguridad y salud de los ciudadanos, así como de las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas”.
SATSE critica que las distintas administraciones sanitarias públicas utilicen todos los años como “chivo expiatorio” el argumento de que “la gente se va de vacaciones” para cerrar camas y servicios, además de no suplir adecuadamente a las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas en los centros, lo que conlleva un menor número de ellos para atender adecuadamente a pacientes y ciudadanos.
En este sentido, la organización sindical lamenta que, en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera, éstas se incrementan aún más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes. “Seguir afirmando que no cierran camas sino que adecuan la oferta asistencial a la demanda o simplemente decir que no están cerradas sino ‘en reserva’ es un insulto a la inteligencia de cualquiera. Se trata, ni más ni menos, de ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanos”, apunta.
Otra consecuencia negativa del cierre de camas es la masificación de pacientes en los servicios de Urgencias, obligando a los profesionales sanitarios a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello, como los pasillos. También aumenta el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la calidad de la asistencia recibida, dicen desde el SATSE.

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