No hay quien pueda con el camalote o jacinto de agua. El río Guadiana presenta a estas alturas del año un aspecto de deterioro con esta planta invasora dominando de orilla a orilla buena parte de la playa de Medellín, pese a las intensas heladas de los últimos días.
Divisar el Guadiana aguas abajo desde el puente viejo del siglo XVII es contemplar una penosa estampa, resultado del vigor de esta planta, que adquiere la categoría de indestructible, y resultado de la impotencia de la administración competente, en este caso la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Los vecinos de Medellín miran muy apenados el aspecto de su querido río Guadiana con sentimiento de resignación. Entre los pescadores, ese sentimiento de pena se transforma en indignación y son muchos quienes están compartiendo vídeos y fotografías en las redes sociales para concienciar sobre este problema.