La cirugía estética es una de las principales ramas de la especialidad, puesto que conlleva modificar la distribución de los tejidos blandos superficiales para mejorar la apariencia de un individuo. Consecuentemente, se obtiene la mejoría de la confianza en uno mismo y de su autoestima.
La cirugía estética se puede englobar en tres grandes grupos de intervenciones:
Por un lado está la cirugía estética mamaria, donde se tratan deformidades de mama tales como las mamas pequeñas o vacías, mamas caídas, mamas grandes, mamas diferentes en la misma paciente (asimétricas), mamas excesivas en hombres, etc.
Por otro lado está la cirugía estética facial, donde se tratan deformidades de párpados (piel excesiva, bolsas), de orejas (orejas despegadas), de nariz (nariz grande, con giba, etc).
También, tenemos la cirugía estética corporal, donde se aplican procedimientos que modifican el relieve (liposucción, retirada de faldones, etc), para tratar problemas del contorno corporal (acúmulos grasos en cartucheras, en abdomen, tejidos colgantes en abdomen, muslos y/o brazos, tras pérdida de mucho peso).
Estos son los procedimientos más frecuentes en nuestro día a día, pero no los únicos. La cirugía de tumores de piel o lesiones cutáneas (lunares) también es un motivo frecuente de consulta.
Por último, y como procedimientos de ayuda en el rejuvenecimiento, aplicamos medidas de rellenos con grasa del propio paciente, con ácido hialurónico (labios, pómulos, arrugas superficiales, etc), toxina botulínica, etc