Artículo escrito por Epi Ruiz Campos, empresario.-

A lo largo de la vida, todos hemos escuchado frases como: La vida es para los valientes, para los que se atreven, para los que tienen una pasión, un sueño y luchan contra viento y marea para conseguirla, aunque a veces parezca casi imposible.
Pero seguro que también todos hemos escuchado frases del tipo: Más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer, o virgencita, virgencita, que me quede como estoy.
Los seres humanos solemos ser reacios a los cambios, sin ser conscientes de que muchos de estos cambios son inevitables y suponen mejoras sustanciales en nuestras vidas.

Hoy en día, los cambios suceden a velocidad de vértigo, como consecuencia de la globalización, la ciencia y la tecnología.
Muchos de estos cambios, entiendo que puedan llegar a producir incertidumbre en una parte de la población, pero ese temor, ese miedo a lo desconocido, a qué pasará con mi trabajo, con mi familia, con mi casa, con mi ciudad, es normal.
Todavía me considero joven, pero mis 44 años ya me permiten mirar hacia atrás y recordar a mi abuelo, decir, que las cosechadoras iban a acabar con el trabajo de la gente del campo y que los tractores no eran tan buenos, y es cierto que esta tecnología eliminó puestos de trabajo, pero creó nuevos puestos, nuevas necesidades, hoy en día nadie se plantearía sustituir esta tecnología para aumentar las necesidades de mano de obra.
A muchos todavía les produce pánico escuchar que los robots y los algoritmos van a sustituir a los humanos en una gran parte de los trabajos existentes hoy en día.
La clave está en saber adaptarnos, como decía Darwin, allá por 1859, “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.

Y como os dije antes, a todos nos dan miedo los cambios, y recurrimos al virgencita, virgencita, que me quede como estoy.
Pero como también os argumenté anteriormente, vivimos en un mundo global, donde debemos competir, ya no solo con nuestro vecino mas cercano, sino con todo el mundo, por tanto la unión hace la fuerza y nos permitirá competir más y mejor, porque juntos siempre somos más fuertes, y los cambios los podemos decidir nosotros o nos vendrán impuestos por las circunstancias, de nuevo el concepto de adaptarse para ser mejores, para progresar, para conseguir tus sueños, tus objetivos.
Como extremeño que soy, siempre me he sentido muy orgulloso de mi tierra, de mi gente, pero a veces, no me gusta el conformismo, el mantener el status quo, en que nos nos molesten demasiado, en esa mentalidad muy nuestra de decir, aquí se vive muy bien (y es cierto) y mejor que estemos aquí apartaditos del mundo, como si el mundo no nos afectase.
Pero también veo que desde las instituciones públicas, siempre somos el ultimo eslabón, los últimos para todo, pero somos una sociedad conformista y que no está acostumbrada a exigir los mismos derechos y las mismas oportunidades que existen en otros lugares.

Por mi trabajo he tenido la suerte de poder viajar a otros lugares y descubrir que en algunos aspectos lo tienen mucho más fácil, ya que disponen de todos las comunicaciones, las infraestructuras y condiciones que permiten crecer como empresa, como emprendedor, y tanto es así, que he tenido que desplazar una de mis empresas a otros puntos de nuestro país, debido a la falta de infraestructuras.
Es muy difícil crecer en una región donde para venir solo se puede hacer por coche, porque no hay buenas conexiones aéreas (por no decir casi nulas), ni que decir conexiones ferroviarias, etc..
Tampoco voy a pecar de iluso, y pensar que de la noche a la mañana, por el mero hecho de unirnos con Villanueva, de repente nuestra NUEVA CIUDAD vaya a recibir todas las infraestructuras y comunicaciones, que tan necesarias son para la zona.
Tampoco la unión de Don Benito con Villanueva supondrá un gran cambio en nuestras vidas a corto plazo, yo seguiré haciendo mi vida exactamente igual que la hacia antes, seguiré comprando en nuestra avenida, yendo al supermercado, al frutero , etc....y cuando lo necesite y me apetezca, iré a cenar con mis amigos de Villanueva a la Plaza, al McDonald, o al Leroy Merlin, o recorrer el carril-bici de Las Mimosas y la carretera de Entrerrios.
Pero volvamos al principio, la vida está hecha para los valientes, y esta unión entre Don Benito y Villanueva es una decisión valiente, que traerá cambios, y esos cambios seguro que a alguno les dará miedo, pero son cambios a los que nos tendremos que ir adaptando.
Este domingo, 20 de Febrero de 2022, es la hora de los valientes, de los que se arriesgan, de los que apuestan por intentar conseguir algo mejor, algo mejor para nuestros hijos, para nuestros futuros nietos, y seguro que no será un camino fácil.
Pero es hora de unirse, de adaptarse, de competir mejor, de ser mejores, de EXIGIR lo que nos están prometiendo, mejores infraestructuras y comunicaciones, de EXIGIR más educación, más sanidad, más deporte, más ciencia, más investigación, en definitiva, es la hora de los valientes.
Paisanos de Don Benito, paisanos de Villanueva de la Serena: es hora de conseguir nuestros sueños y que esos sueños los decidamos nosotros y no nos vengan impuestos por otros.