Antonio María Flórez aúna en sí dos profesiones que han sido fundamentales para encarar el duro período de confinamiento que hemos afrontado. La medicina y el arte han ayudado a tratar y contener el virus y a hacer menos angustiante y más ameno y creativo el encierro obligado.

Flórez lo ha hecho como médico de urgencias de Atención Continuada en Zalamea de la Serena y como artista que crea desde su atalaya literaria de Don Benito.
El médico hispano-colombiano confiesa que estos primeros meses de la pandemia han sido especialmente delicados para el personal sanitario de la región, pues se han visto enfrentados a una enfermedad nueva que no se sabía qué alcance iba a tener y de qué manera nos iba a afectar. La falta de recursos de un sistema detraído que no está diseñado para enfrentarse con solvencia a grandes desastres o pandemias, hizo más complicado todo.
La falta de equipos y protocolos claros dio lugar a que al principio cayeran afectados muchos médicos y personal sanitario, lo que hizo más dramática la situación, sobrecargando de trabajo y compromiso a los demás, señala. Extremadura, y especialmente las Vegas Altas y la Serena, no se ha visto tan afectada como Madrid, Castilla o Cataluña; pero el verano se anuncia complicado y con mucho trabajo ya que, con el fin del confinamiento y la libre circulación de personas, los extremeños seremos especialmente vulnerables. Deberemos ser exquisitamente cuidadosos con las recomendaciones de distanciamiento social e higiene personal y evitar las aglomeraciones. Él, como muchos de sus colegas, no se considera un héroe por el trabajo realizado, simplemente ha tratado de hacer su trabajo lo mejor posible, dice; y agradece el apoyo y comprensión mostrado por la gente durante este tiempo.
Otra faceta es la de su condición de creador, de artista y gestor cultural de un sinfín de proyectos que se han visto especialmente afectados en este lapso de tiempo. Se queja de lo tarde que han reaccionado los gobiernos de la nación y la región para apoyar a este sector fundamental de la sociedad y que tanta importancia ha tenido en este tiempo, pero también de la “nula iniciativa local” para dinamizar el sector cultural, especialmente el de la literatura. Se han cancelado eventos y certámenes sin ofrecer alternativas que no afectaran a los creadores, no se ha apoyado a las librerías ni tampoco a las imprentas locales, lamenta.
La promoción que tenía prevista en España y América del libro Cuentos de ida y vuelta, de la Editora Regional de Extremadura, un proyecto que une a nuestra región con Colombia y México, se tuvo que cancelar o aplazar para inciertas fechas futuras. Las actividades vinculadas a los hermanamientos de los Medellín del mundo, que tan avanzados están, se han tenido que posponer para finales de año y principios del 2021. La presentación en España de su libro de poesía ‘Marquetalia, tus hijos te decimos’, también se ha cancelado…
Flórez, sin embargo, acierta a decirnos que todo este tiempo libre que ha tenido por fuera de su trabajo como médico, no lo ha desaprovechado en absoluto. Lo ha usado para leer en abundancia, para ver películas y escuchar mucha música. Pero, sobre todo, lo ha usado para crear, para crear como una forma de evasión, pero también de reflexión sobre lo que estaba viviendo cotidianamente, enfrentado a la enfermedad y a la tragedia. Pudo terminar un libro de poesía en el que venía trabajando, una novela que se le resistía porque no encontraba el tono y el tiempo suficiente. Y escribir también una serie de textos relacionados con la pandemia, ajenos a su “voz” habitual, que ha querido compartir con sus compañeros de trabajo y sus lectores más cercanos. Es así como ha decidido publicar un cuadernillo, con el ánimo de apoyar el mundo cultural cercano tan desprotegido, dándole trabajo a una imprenta de aquí e impulsando a las librerías locales. Eso es ‘Poemas de la pandemia’, una publicación no venal, que reúne algunos de los textos que ha escrito durante este tiempo de confinamiento que muestran de primera mano sus impresiones y sentimientos sobre lo que hemos vivido y aún estamos viviendo. “Este año no pude hacer nada con motivo del Día Mundial de la Poesía, como hago todos los años, -dice-, pero creo que esto suple con creces esas acciones que siempre emprendo para homenajear y promocionar la poesía. Así pues, ha sido y está siendo un tiempo duro de compromiso y entrega, pero también de creatividad".