La rejería de la Ermita de Nuestra Señora de las Cruces de Don Benito será sometida a partir de este mes de enero a trabajos de restauración.

La actuación restauradora es necesaria, pues el estado actual de la rejería no es el idóneo para un bien de este valor, sufriendo oxidación, pérdida de material, adición de elementos y repintes como principales problemas.
Por todo ello, la Hermandad de Nuestra Señora de las Cruces, en su compromiso con el mantenimiento del Santuario de la Patrona, inició en febrero pasado las gestiones oportunas para recuperar y poner en valor la rejería de la ermita, con el apoyo de la Diócesis de Plasencia y el Ayuntamiento de Don Benito.
Tras la solicitud a la Dirección General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural dependiente de la Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura, y gracias a las gestiones realizadas por Javier Cano Ramos, del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, se notificó a la hermandad en octubre, coincidiendo con la celebración de la fiesta de “La Velá. Tradición y Gastronomía”, que la Junta de Extremadura se haría cargo de los gastos de la restauración de la rejería.
La restauración correrá a cargo del equipo encabezado por la conservadora y restauradora Carmen Vega Vera, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, diplomada de Estudios Avanzados en Pintura, Conservación y Restauración, por la Universidad de Sevilla. Ha realizado trabajos en la Catedral Metropolitana de Badajoz (retablo mayor, rejería y tapices), habiendo ejecutado diversas restauraciones, tanto de pinturas como de esculturas, pertenecientes a distintos templos de la Archidiócesis se Mérida-Badajoz.
En octubre se realizaron las catas oportunas en la rejería, detectando gran
cantidad de repintes. Bajo todas estas capas, se descubrió que la rejería en su origen era plateada con detalles en oro.
En la primera semana del año dará comienzo la restauración, por lo que este fin de semana se instalará un andamio que cubrirá toda la rejería, ocultando el retablo y a Nuestra Señora de las Cruces. Se pretende continuar con las celebraciones de eucaristía previstas de los domingos y fiestas de Navidad. Se estima que la duración de los trabajos sea de un mes.
Los trabajos que se llevarán a cabo son de limpieza, retirada de repintes, restitución de cerrajería original, reintegración y consolidación, barnizado y
protección. Todo ello será con el fin de devolver a su estado original la rejería de la ermita de Nuestra Señora de las Cruces, por lo que perderá el color negro que actualmente posee y así recuperar el color original oculto bajo tantas capas de repintes. La cantidad de plata y oro que pueda conservarse es una incógnita, por lo que los avances en la restauración nos irán mostrando el aspecto final de la “nueva” rejería de la ermita de la Virgen de las Cruces.
Aunque se desconoce el año exacto de la construcción de la ermita de las Cruces, diferentes investigadores datan su edificación a finales del siglo XV. En 1582, en los libros de cuentas de la Parroquia de Santiago, se recoge que se destinaron materiales y andamiajes a la ermita de las Cruces por lo que se supone que para esa fecha ya existía la ermita.
Con el devenir de los tiempos, la ermita fue transformándose y ampliándose según las necesidades y circunstancias. Entre 1890 y 1901 se realizó la gran ampliación de la ermita que la configuró como hoy la conocemos. Es en esa reforma cuando se instala la rejería que divide la ermita y que separa el presbiterio de la nave.
Una rejería que es el único bien mueble que se conserva de esta época en la ermita, puesto que el resto de los bienes, así como las Imágenes Sagradas, se perdieron en la Guerra Civil, según informa la Hermandad.