Más de veinte años después, Don Benito volvió a celebrar el entierro de la sardina este domingo con un cortejo fúnebre que salió de las inmediaciones del colegio Francisco Valdés.
A diferencia de la enorme participación registrada en el desfile de comparsas, solo algunas decenas de afligidos dolientes acompañaron a Enrica La Rica Sardina Calabazona, aunque exhibiendo grandes muestras de dolor por esta recuperada despedida a un carnaval ya totalmente asentado.
A ritmo de charanga, la música fúnebre se transformaba en contagiosa música de baile para dar el último adiós por toda la Avenida de la Constitución a la sardina.