La crisis del coronavirus está poniendo a prueba a la ciudadanía a la hora de diferenciar aquello que es verdad, aquello que es un invento o aquello que parte de un hecho cierto, pero que se adereza con grandes dotes de exageración.

Si encima, se transmite en forma de audio por whats app en estos momentos de confinamiento en los que hay mucho tiempo libre para muchos, pues se convierte en una bomba de relojería. Como en bulos anteriores, hemos de dudar de expresiones del tipo “por lo visto” o “se lo han dicho a un amigo”.
Lo último ha sido la que se ha montado en torno al caso de una mujer sin hogar, que presuntamente había infectado a todos los policías de la comisaría de la avenida de Córdoba y al edificio, cuando en realidad, y según las fuentes policiales consultadas, la mujer no llegó ni a pisar el interior del edificio.
La protagonista de la historia estaba en Don Benito, en la calle, y portaba una serie de bultos de equipaje. Según fuentes policiales presentaba síntomas que pudieran ser atribuibles al covid 19 y la misma policía, cumpliendo el protocolo establecido para estos casos, llamó a los servicios sanitarios, que la montaron en una ambulancia para practicarle la prueba de detección del coronavirus.
Este martes, según fuentes municipales, la mujer se encuentra en un módulo de aislamiento anexo al centro especial de acogida a transeúntes que se ha habilitado en el pabellón polideportivo municipal de Don Benito a la espera del resultado de la prueba.
Eso sí, llama mucho la atención el hecho de que los bultos de la mencionada mujer continuaban este martes en la puerta de la comisaría, aislados con un precinto de seguridad en el que se puede leer ‘No tocar, contaminado’.