El colectivo Ecologistas Extremadura ha denunciado ante la Junta de Extremadura “los graves episodios de contaminación atmosférica en las Vegas del Guadiana" por la quema de restos de cosecha.

Ecologistas Extremadura ha enviado tres escritos a los responsables de las consejerías de Sanidad, de Agricultura y de Transición Ecológica de la Junta de Extremadura denunciando “la grave situación de contaminación que están provocando centenares de incendios presuntamente realizados por los agricultores de los campos de regadío de las Vegas del Guadiana”.
Según dicho colectivo, se trata sobre todo por la combustión de los restos de la cosecha de arroz que no se empaca para el aprovechamiento del ganado (como sí se hace con la paja del trigo).
Se trata de una enorme cantidad de materia orgánica desaprovechada y que crea contaminación atmosférica y aparentemente parece que ninguna administración se preocupa de pararlo, indican.
Afirman que puede ser un daño importante para las vías respiratorias de los habitantes de los municipios afectados, por lo que piden se evalúe la calidad del aire.
En estas fechas de octubre, las quemas se acrecientan, manteniéndose algo que parece una “calima” en la atmósfera y que no es tal, sino la contaminación provocada por centenares de fuegos descontrolados, señalan.
Las humaredas afectan a la calidad del aire y se contribuye en gran cuantía con la emisión de gases de efecto invernadero; en Ecologistas Extremadura se reciben quejas y solicitudes de ayuda e información de personas de muchos municipios afectados, especialmente de Don Benito, de Miajadas, de Villanueva de la Serena, de Badajoz, etc.; algunas, peticiones desesperadas de personas con problemas de salud que se ven completamente indefensas tras denunciarlo a la Guardia Civil, o sus ayuntamientos.
Afirman que se están quemando restos orgánicos de los campos de arroz tras recoger el grano sin aprovechar la paja; se ha observado que se trata de grandes acúmulos de restos de cosecha desaprovechados.
La Unión Europea prohíbe las quemas si no es por razones de plagas o similares, lo cual no parece ser el caso, argumentan. Afirman que se puede tratar por tanto de quemas ilegales.
Las quemas están prohibidas por la Condicionalidad de la Política Agraria Común (PAC). Así, los agricultores que hacen uso de estas técnicas prohibidas por la PAC deben ser denunciados y podrían dejar de percibir las subvenciones que provienen de la UE si no respetan las condiciones de la normativa afectada, y la Junta de Extremadura debe establecer un servicio encargado de comprobarlo, dice este colectivo ecologista.
Estas quemas, afirman, que son un daño importante para el medio ambiente, para la salud de los habitantes de estos municipios y también una gran contribución con el cambio climático. Les sorprende que a pocos días de la declaración de Emergencia Climática de la Asamblea de Extremadura, la Junta de Extremadura y otras administraciones consientan esta enorme emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Esta declaración no debería quedarse en solo una “declaración” sin efectos reales, debería obligar a nuestras administraciones a actuar de una forma real con casos como este.
Ecologistas Extremadura pide a los responsables de las consejerías de Sanidad, de Agricultura y de Transición ecológica, que se coordinen y que actúen con urgencia para detener estos incendios como máximos responsables públicos implicados.