Villar de Rena expondrá a partir del 1 de diciembre por segundo año consecutivo su belén denominado La Nacencia. Se trata de un nacimiento con figuras recicladas a tamaño real.
La Diputación de Badajoz se suma a esta iniciativa posibilitando, según el alcalde, Nereo Ramírez, la contratación de tres personas durante un año a las órdenes de Alfonso González, responsable de la idea y escultor aficionado, y que colaboran en la realización de las figuras y elementos que conforman “La Nacencia”.
El proyecto se inició el año pasado con las figuras del Misterio “y con mucho miedo porque no sabíamos cuál iba a ser su repercusión y aceptación”, reconoce Nereo Ramírez. Pero el apoyo fue abrumador, con más de 900 firmas en el libro de visitas del Nacimiento, “lo que implica que mucha más gente se acercó a verlo”, afirma. Y este éxito animó a los responsables municipales a continuar con el proyecto, solicitando ayuda a la Diputación de Badajoz. “Nos la concedieron -indica- y gracias a ello este año hemos dado un paso cualitativo y cuantitativo en número de figuras y engrandecimiento de lo que va a ser la Nacencia”.
Lo importante para el acalde de Villar de Rena es que el pueblo se ha unido en torno a este proyecto con un civismo admirable, “pues temíamos que al instalarse al aire libre las figuras pudieran sufrir algún daño, lo que no sucedió porque se respetó completamente”.
La intención de este Nacimiento es que Villar de Rena, durante estas fechas, sea centro de visitas y que villariegos y villariegas se sientan orgullosos de su pueblo. Las figuras llevan una capa de caucho para protegerlas de la climatología. Este año, el Belén va a estar acompañado por un mercado navideño.
“La Nacencia” es un proyecto vivo cuya pretensión es que año tras año aumente en figuras y novedades, pues de cuatro esculturas del año pasado ahora se va a instalar 18 personajes, además de animales y otros elementos.
Este Belén, realizado con la colaboración de todos los vecinos está realizado con pasta de papel y pintura metálica, una característica más de su singularidad. Existen otras, como que los Reyes Magos no regalan oro, incienso y mirra sino paz, osadía y futuro, o que Hérodes y los soldados son mujeres. El objetivo de estos detalles no es otro que “intentar crear algo distinto, desviándolo un poco de lo que representa para que transmita un sentimiento universal, el de la alegría”, precisa su autor.
Un Belén de estas dimensiones necesita un gran espacio para guardarlo y, a su vez, seguir trabajando para siguientes ediciones. Para hacerlo más propio, los rostros de los personajes son los de vecinos del pueblo. Cada persona a la que se le hace su figura se encarga de preservarla durante el año hasta la próxima Navidad.
La Nacencia se instala en torno a la iglesia y la plaza. Es un proyecto que no tiene fin porque puede ir creciendo en cada edición con la idea de que llegue hasta la ermita que se ubica en la sierra.
Este año, quienes que se acerquen a Villar de Rena en Navidad podrán contemplar la Nacencia, el Misterio, los Reyes, el palacio de Herodes, chozo con niños jugando y paisanos en la fuente.
