La plataforma ciudadana "SOS Guadiana" muestra su total decepción y malestar con las declaraciones hechas en prensa por el nuevo presidente de Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, en relación al problema del camalote.

Decepción frente a la voracidad y fortaleza de una planta que exhibe músculo de orilla a orilla nuevamente aguas arriba de la playa de Medellín.
Para esta plataforma, se trata de unas afirmaciones que buscan justificar un trabajo hecho de forma muy cuestionable y que ha quedado constatado que, en la mayoría de los casos, ha sido ineficaz, ineficiente y extemporáneo, que obvia absolutamente el aspecto complejo del problema, ignorando cuestiones tales como repercusiones en la agricultura, en el desarrollo sostenible como concepto básico de progreso en el ámbito rural y la destrucción de manera gratuita e imprudente de un recurso medioambiental de primer orden.
El nuevo presidente de Confederación realiza una serie de declaraciones que, cuando menos, “son una manifestación de la falta absoluta de rigor y el desdén por más de 3 años de críticas y propuestas de soluciones realizadas desde la sociedad civil organizada”. Suponen una justificación intolerable que desde hace una década viene haciendo el organismo de cuenca ante la absoluta ineficacia en la resolución del asunto, malgastando fondos públicos de manera absolutamente inaceptable e ineficiente sin atender a los criterios académicos y científicos, como los de la bióloga de la UEx Trinidad Ruiz Téllez, que aconseja retirar los rebrotes de la planta en el mes de febrero para que en el de agosto la situación no sea incontrolable, como ocurre año tras año.
Para Ruiz Téllez, el hecho de que se presuma de haber retirado 900.000 toneladas, es un indicador del fracaso en la gestión. Según la bióloga, "hay que evaluar el éxito en la gestión al contrario. Si se recogen menos toneladas por año, significará que el camalote está bajo control y no al revés"
Desde "SOS Guadiana" esperaban que con el cambio de gobierno hubiera un cambio de sensibilidad frente al problema del camalote, la punta del iceberg de los problemas del Guadiana, pero perciben que la elección del nuevo presidente de esta Confederación Hidrográfica solo ha sido un cambio de sillón en la institución.
Sin duda, son unas declaraciones “desalentadoras y decepcionantes” que hacen ver que este problema se ha cronificado porque, para la plataforma, hay demasiados intereses contrapuestos.