Según datos del Instituto de la Empresa Familiar, sólo un 44,2% de las empresas familiares existentes en España llega a la segunda generación; y tan sólo un 7,4% a la tercera.
Así se aborda el XX Congreso Nacional de la Empresa Familiar en Toledo, del 1 al 3 de octubre, con el lema “Celebrando la historia, creando un futuro”.
Teniendo en cuenta que en Extremadura, según el Estudio Piloto sobre Empresas Familiares del INE (julio 2016), hay un 86,7% de empresas familiares, hablamos con el socio director de la Firma ÁREA ABOGADOS, Ángel Luis Gómez; quien ha llevado a cabo varios desayunos a través de su Firma y también en colaboración con el Parque Empresarial de Don Benito, abordando la crucial cuestión del relevo generacional en las empresas familiares.
Gómez nos confirma la importancia fundamental que tienen todos los aspectos relacionados con la gobernanza empresarial y la articulación de un protocolo de sucesión, estratégicos para asegurar la continuidad de la empresa familiar. Entender el relevo como un ciclo más en la vida de una empresa le permitirá salvar ese porcentaje de empresas que no llegan a la segunda generación; manteniendo el valor incalculable que supone crear una empresa y conseguir con ella una trayectoria consolidada.
En este sentido, Ángel insiste mucho en la idea de que no hay que entender el la sucesión empresarial como un proceso de entradas y salidas de cargos en la empresa, sino como un proceso organizacional-generacional protocolizado en base a criterios transparentes, objetivos y consensuados, como antídoto para evitar la caída de una empresa ya consolidada.
El cambio ideal, según nos traslada Ángel, sería este traspaso sereno en el que el empresario deja paso paulatinamente a sus hijos, sin necesidad de que se trate de una transición que a él mismo le provoque inseguridad y reticencias a la hora de ir delegando sus funciones. De ahí la importancia de contemplar y prever con tiempo un protocolo de relevo generacional.
En los últimos estudios desarrollados sobre la materia, nueve de cada diez negocios familiares españoles y europeos están formalizando sus estructuras de gobierno y procesos y mejorando la comunicación entre generaciones. Este pasa a ser el camino deseable para nuestras empresas extremeñas, acompañadas por profesionales expertos y, lógicamente, por la propia Administración.
